Un
día un turista fue a visitar a un maestro espiritual y quedó
estupefacto al ver que su casa sólo tenía una estancia llena de
libros con una mesita y un banco, que eran sus únicos muebles. Y le
preguntó:
-
Maestro, ¿dónde tienes tus muebles?
-
Y los tuyos, ¿dónde están?, replicó el maestro.
-
¿Los míos? Yo sólo estoy de paso.
-
Yo también, respondió el maestro.
"Atesorad en el cielo, porque donde está tu tesoro, allí está también tu corazón" (Mt 6, 20-21)
"Atesorad en el cielo, porque donde está tu tesoro, allí está también tu corazón" (Mt 6, 20-21)
No hay comentarios:
Publicar un comentario